Las Tumbas Imperiales del Este de la Dinastía Qing, ubicadas en la ciudad de Zunhua de la provincia septentrional china de Hebei y con una superficie de 2,500 metros cuadrados, constituyen el cementerio imperial más grande e intacto del mundo.
La construcción del grupo de tumbas duró unos 150 años y terminó en 1908, y en ellas se enterró a cinco emperadores de la dinastía Qing (1644-1911) junto con 15 emperatrices, de ellos, los más conocidos son los emperadores Kangxi y Qianlong, que llevaron la economía de la dinastía a su apogeo.
Las Tumbas Imperiales del Este de la Dinastía Qing se construyeron al lado de la montaña Changrui tras largas inspecciones y estudios. Los arqueólogos explican que el cementerio es una integración de tumbas imperiales, palacios y jardines, que combinan la hermosura natural con la elegancia humana, lo que sirve como ejemplo de la arquitectura y de la estética.
Consideradas como el reflejo de la historia de Qing, las tumbas poseen una gran reputación dentro y fuera del país. Se pusieron bajo protección estatal en 1961 y se incluyeron en la lista del patrimonio cultural de la Humanidad de la UNESCO en 2000, junto con las Tumbas Imperiales del Oeste de la Dinastía Qing. Ubicadas en el distrito de Yixian, a 120 kilómetros al suroeste de Beijing, las Tumbas Imperiales del Oeste registraron el fin de la dinastía Qing y también el fin del feudalismo en China, señalaron los arqueólogos.
El cementerio, cuya construcción terminó en 1915, cuenta con la tumba del último emperador de la historia china. Los arqueólogos destacaron que la antigua arquitectura china alcanzó su esplendor en la dinastía Qing, y la estructura de madera, esculturas de piedra y de madera, y el avanzado sistema de drenaje de las Tumbas Imperiales del Este de Qing son buenos ejemplos de las cotas más altas de su arquitectura. El gobierno de Qing invirtió cada año una gran cantidad de plata en la reforestación del cementerio, y actualmente el gobierno chino sigue gastando dinero en el mantenimiento de dichas tumbas. Los más de 200,000 pinos y cipreses en el cementerio lo convierten en el mayor bosque de pinos antiguos en el norte de China.
Los grupos de tumbas muestran las ideas tradicionales chinas sobre la arquitectura y el adornamiento La teoría geomántica junto con el delicado diseño de las estructuras en los cementerios es la inflexión de los puntos de vista feudales sobre el mundo y el poder, lo que se ha heredado durante miles de años en China.
Los arqueólogos destacaron que las tumbas imperiales de la dinastía Qing constituyen la obra maestra más creativa del genio humano y la mejor prueba del estilo arquitectónico y las formas culturales de aquella época. La integración armoniosa de los edificios construidos por la gente y el medio ambiente natural convierten a las tumbas de Qing en una vista única en el mundo.